“Manda Tu Luz Desde El Cielo”

Manda tu luz desde el Cielo
Domingo de Pentecostés
Por: Ascensión de Vicente. IS. Vita et Pax. Pamplona
Textos Litúrgicos:

Hch 2, 1-11
Sal 103
1Cor 12, 3-7.12-13
Jn 20, 19-23

 

“ Ven Espíritu Divino,
Manda Tu Luz Desde El Cielo”

 

Celebramos hoy la gran fiesta de Pentecostés. La Iglesia nos propone celebrar a los 50 días de la Pascua de Resurrección, la Pascua de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo. El domingo pasado celebrábamos la marcha de Jesús al Cielo, hoy cumple su promesa de no dejarnos solos, para eso nos envía su Espíritu. Las lecturas de hoy nos narran todo el contenido de la fiesta: el momento en que el Espíritu desciende sobre los discípulos, (1ª lectura) el envío (Evangelio) y la repercusión de ese mismo Espíritu en nuestras vidas, los carismas que se reparten entre nosotros (2ª lectura.)

¿Qué podemos destacar de estas lecturas?  En la primera vemos cómo se afianza nuestra Fe ante la llegada del Espíritu.  Este  Espíritu que irrumpe a pesar de los miedos que entones tenían,  y  llena  a todos los allí reunidos y a todos nosotros hoy, de sabiduría y fortaleza. Se destaca también la universalidad de la Misión, los que reciben el espíritu proceden de diferentes lugares, a todos les llega  el espíritu con la misma fuerza para proclamar las maravillas de Dios y desde aquel momento los discípulos comienzan la Misión.

En el Evangelio, Juan nos describe con detalle cómo es la irrupción del Espíritu “estaban con las puertas cerradas por miedo a los judíos”. Jesús entra y les desea la Paz, “Paz a vosotros” y lo repite dos veces. Hoy es un momento propicio para desear la paz, en este mundo tan amenazado y sacudido por los conflictos y las guerras, ojalá pudiéramos hablar  y sentirla en el mundo, es  una invitación a cada uno de nosotros a ser mensajeros de paz, allí donde nos encontremos debemos ser testigos de su paz, constructores de ella en el mundo, en nuestro pequeño mundo donde nos desenvolvemos. Y desde este encuentro, el envío a la Misión, los apóstoles comienzan a anunciar la Buena Nueva que llega hasta nosotros, y a la que todos estamos llamados a proclamarla.  Misión que  nos concierne a todos y debe traslucirse en obras, tanto en el anuncio, con la palabra y también con nuestra vida. Una vivencia de puertas abiertas en el compromiso y la entrega.

En la segunda lectura Pablo nos invita a vivir desde los diferentes dones y carismas el Espíritu de Dios que actúa en nosotros, pero para utilizarlos para el bien común. Debemos trabajar con los dones recibidos, en el bien de todos, los dones y carismas  no son para guardárnoslos sino para compartirlos en todo aquello que ayude al bien de la humanidad,

Con estas aportaciones que nos ofrece la liturgia de la Palabra, vivamos este nuevo Pentecostés, abiertos/as a todo lo que el Espíritu nos llame e impulse a vivir, y agradezcamos una vez más esta celebración, en actitud de escucha a lo que nos diga el espíritu, y fortalecidos/as con ello seamos verdaderos evangelizadores allí donde nos encontremos, en la vida de cada día, o los que se sientan llamados a una evangelización directa proclamando también con la palabra las maravillas de Dios.

Hoy es un día grande, ayúdanos Señor a vivirla en profundidad y a ser mensajeros de su paz en el mundo. Paz y Amor.

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